En el transcurso de la vida tenemos muchas prioridades para seguir sobreviviendo pero tenemos la otra vida, la de “mentirita”. Esa que nos deja sin razón cuando surge lo inesperado, lo mágico, lo fantástico. La que nos llena la cabeza de ilusiones como a las heroínas de las telenovelas que, personalmente, no me perdía ni un capítulo allá por los 80.
Todo lo que hacemos es posible mientras lo propongamos y eso es satisfactorio para cada uno porque uno se da cuenta que se puede llegar a donde queramos. Pero cuando sucede cosas inesperadas los caminos que seguimos para poder seguir viviendo se bloquean. Algo surge. Algo nos interfiere. Algo nos resulta imposible.
La fantasía, la “mentirita”, la magia todo invade nuestro ser y ¿cómo se hace para vivir con lo imposible?
¿Cuál es la salida de las vivencias oníricas? ¿Cómo se escapa de ilusionarse con ganarse el Gordo de Navidad? ¿Será aquello que sucede burlándose de la razón o racionalidad humana?
Ser libre dentro de un estilo de vida establecido creo que es también algo imposible. Pero lo que es posible es proponérselo y deshacerse de los prejuicios propios y adoptados que terminan siendo como Droopy: imposible escapar de ellos. La imposibilidad de demostrar los sentimientos hacia alguien impide el escape psíquico, aunque uno físicamente viaje al fin del mundo. Como también lograr que algo sea posible y después se vuelve imposible porque no es correspondido.
Un día cualquiera, en el día menos pensado, lo posible imposible produjo un terremoto. No estar preparado para dicho terremoto, la verdad y la “mentirita” están en la misma balanza. Inconscientemente, lo posible imposible aparece de vez en cuando pero lo que preocupa es que no se va. Es como que los sueños se convierten en pesadillas que nos invaden incluso cuando estamos despiertos. Es como en el desarrollo de las telenovelas pero con un final no tan feliz. Un final que existe cuando ponemos los pies sobre la tierra y por dentro nos dicen en la mente “¿sos o te haces?”, “¿cuándo vas a aprender de una vez por todas?”, “¡dale, golpeate la cabeza que es lo mejor que podés hacer!”
¿Existen las “leyes” del azar para que lo imposible sea posible? Lo único que existe es nuestra realidad. Vivir la realidad es mejorarla si algo no nos gusta. Sobrevivir es una tarea constante en nuestras vidas para nuestra salud, la de adentro y la de afuera. Todos tenemos alguna salida pero hay que buscarla día a día para encontrarla y evitar que lo posible imposible nos invada y nos lastime.
Gracias a todos por su paciencia
lunes, 26 de noviembre de 2007
jueves, 18 de octubre de 2007
Mi mundo desde otro faro
Cuando decidí cambiar el faro, decidí también cambiar mi mundo. Al estar en otro faro, tenía otras maneras de ver las cosas por las cuales me estaba dando cuenta que algo que estaba haciendo estaba mal empleadas para mi vida cotidiana. Con el tiempo tuve que cambiar actitudes que no me servían. Tenía que ser firme y que no me afectara emocionalmente.
Tener otra mirada me ha ayudado mucho y poder superar algunos miedos que eran más que yo.
Al estar libre de una tarea rutinaria que me impedía ser yo misma era un gran paso ¿pero que pasa cuando uno no puede salir de su propio mundo? ¿qué es lo que lo impide? No encuentro la respuesta.
Mi afán me ha jugado en contra y tengo miedo de no volver a levantarme.
Este día tuvo muchas caras: la de firmeza ante las negativas circunstancias afectivas, la de mantenernerme al margen de lo que se diga en mi entorno, pero no pude superar todavía la falta de autoconfianza.
En este día no iba a ganar nada con un desquite verbal; lo más coherente era no demostrar mi tristeza y mi furia. Porque no valía la pena. Tenía que seguir mi camino con muchas cosas para hacer y no sé por qué carajos todavía me cuesta mucho seguir. ¿Por qué cuando tengo las metas fijas como nunca las tuve en mi vida haya algo que me impida cumplirlas?
El atajo no es cambiar de faro sino cambiar mi mundo y no es tarea para nada fácil. Como ustedes sabrán, el gran miedo es ceder y terminar en la boca del lobo.
Hablando de lobo, ahora entiendo el porqué del cuento de Caperucita Roja que tuvo que ser adaptado con el correr de los años y no se haya tomado en la versión original. Quedan muchas caperucitas perdidas como yo donde aún no han encontrado su camino.
Tener otra mirada me ha ayudado mucho y poder superar algunos miedos que eran más que yo.
Al estar libre de una tarea rutinaria que me impedía ser yo misma era un gran paso ¿pero que pasa cuando uno no puede salir de su propio mundo? ¿qué es lo que lo impide? No encuentro la respuesta.
Mi afán me ha jugado en contra y tengo miedo de no volver a levantarme.
Este día tuvo muchas caras: la de firmeza ante las negativas circunstancias afectivas, la de mantenernerme al margen de lo que se diga en mi entorno, pero no pude superar todavía la falta de autoconfianza.
En este día no iba a ganar nada con un desquite verbal; lo más coherente era no demostrar mi tristeza y mi furia. Porque no valía la pena. Tenía que seguir mi camino con muchas cosas para hacer y no sé por qué carajos todavía me cuesta mucho seguir. ¿Por qué cuando tengo las metas fijas como nunca las tuve en mi vida haya algo que me impida cumplirlas?
El atajo no es cambiar de faro sino cambiar mi mundo y no es tarea para nada fácil. Como ustedes sabrán, el gran miedo es ceder y terminar en la boca del lobo.
Hablando de lobo, ahora entiendo el porqué del cuento de Caperucita Roja que tuvo que ser adaptado con el correr de los años y no se haya tomado en la versión original. Quedan muchas caperucitas perdidas como yo donde aún no han encontrado su camino.
lunes, 11 de junio de 2007
Los falsos caballeros
Ciudad de Buenos Aires. Oficina en el microcentro. Tres hombres y una mujer. Tema de conversación: hombres, hombres caballeros. “La onda es pagar a medias”, “un caballero es igual a boludo”, “si pago, la mina se tiene que poner y no decir que no a nada”…Estas y otras frases escuchaba la mujer con horror: “un caballero paga todo y tiene sus riesgos y si le gusta la mujer, paga”. Los hombres: “una puta cuesta menos”. Fin de la conversación.
Villa Luzuriaga, Partido de La Matanza. Casa familiar. Dos mujeres. Madre e hija. Tema de conversación: hombres, hombres caballeros. “Jamás saqué una moneda del bolsillo”, “el hombre siempre paga”, “hasta con tu papá fue así, estando de novia y después casada con él”, “si al hombre le gusta esa mujer paga aún tomando riesgos”.
Fin de la conversación.
En la semana recibo una invitación de uno de los tres hombres de la oficina para salir al teatro. Hacía mucho que no iba al teatro y hacía mucho que no salía. Él sabía que tenía que ser caballero conmigo, porque esa era la condición (la condición…). Previo al teatro salimos a tomar un café y charlamos de personas en común, trabajo, etc. También hablamos de los hombres caballeros y el me decía que ya que nos conocemos de antes que después del teatro el se quedaría en mi casa… ¿En mi casa? Pues sí. Soy presa de mis palabras y quisiera olvidar haber dicho que doy buenas garantías con los caballeros. Dejé pasar el momento y nos fuimos para el teatro. ‘Mas le valga que me lleve a ver una obra buena’, ‘me estoy perdiendo CSI Miami y CSI NYC por esta salida’, ‘¿tengo que llevarlo a mi casa?’.
Tabaco & Ron, una obra interpretada por la artista Vicky Buchino, me impresionó muchísimo. Una señora cantante. Sorprendida, miré a mi caballero con buena cara. El caballero se encontró con sus amigos y sus respectivas compañías. Nos saludamos y nos ubicamos en nuestros lugares. Finalizada la obra, fuimos con los amigos a tomar unos tragos (cortado para mí) a un lugar que me hubiera gustado mucho permanecer todos los días leyendo un libro. Mi salario no lo permite. Linda noche, lindas conversaciones en grupo de seis personas, una vida social que no hago ni una vez a la semana (debo retomar esa vida). Finalizada la salida, cada parejita tomó su rumbo. El caballero y yo esperábamos el colectivo. En la parada el caballero hablaba y le hice un gesto para que hable mas bajo, a mi me irritaba un poco (dama caprichosa). El caballero desapareció: “no me hagas eso porque me voy a la mierda y te dejo acá”, “no hablo tan alto para que me hagas callar”. Sorprendida, lo miré con cara de perro mojado: ‘me retó’, ‘este estúpido me está retando y en la calle’, ‘¿quién se cree que es?’, ‘no puedo creer que me trate así’, ‘¿y si me tomo un taxi y me voy a la mierda sola?’, ‘si tomo un taxi, sería un presupuesto que no quiero costear’, ‘éste no merece nada de mi’, ‘no cambia la cara de culo que tiene’, ‘llega el bondi, ¿subirá conmigo?’. “Chau”, dijo el …falso caballero.
Fin de la salida.
Ciudad de Buenos Aires. Barrio Palermo. Colectivo. Mujer sentada en un asiento individual en el colectivo. Tema interno de conversación: hombres, hombres caballeros y damas caprichosas: ‘no podía sentirme obligada a hacer lo que no quiero’, ‘ni hasta lo material me mueve’, ‘solo Madonna es la auténtica chica material’, ‘el falso caballero tenía un objetivo y no lo cumplió por una boludez mía’, ‘el falso caballero tenía su razón pero la dama, caprichosa o no, tenía que demostrar por sí misma cual es su propio valor ante las circunstancias emocionales’, ‘la dama fue infantil, el falso caballero no’.
Villa Luzuriaga, Partido de La Matanza. Casa familiar. Dos mujeres. Madre e hija. Tema de conversación: hombres, hombres caballeros. “Jamás saqué una moneda del bolsillo”, “el hombre siempre paga”, “hasta con tu papá fue así, estando de novia y después casada con él”, “si al hombre le gusta esa mujer paga aún tomando riesgos”.
Fin de la conversación.
En la semana recibo una invitación de uno de los tres hombres de la oficina para salir al teatro. Hacía mucho que no iba al teatro y hacía mucho que no salía. Él sabía que tenía que ser caballero conmigo, porque esa era la condición (la condición…). Previo al teatro salimos a tomar un café y charlamos de personas en común, trabajo, etc. También hablamos de los hombres caballeros y el me decía que ya que nos conocemos de antes que después del teatro el se quedaría en mi casa… ¿En mi casa? Pues sí. Soy presa de mis palabras y quisiera olvidar haber dicho que doy buenas garantías con los caballeros. Dejé pasar el momento y nos fuimos para el teatro. ‘Mas le valga que me lleve a ver una obra buena’, ‘me estoy perdiendo CSI Miami y CSI NYC por esta salida’, ‘¿tengo que llevarlo a mi casa?’.
Tabaco & Ron, una obra interpretada por la artista Vicky Buchino, me impresionó muchísimo. Una señora cantante. Sorprendida, miré a mi caballero con buena cara. El caballero se encontró con sus amigos y sus respectivas compañías. Nos saludamos y nos ubicamos en nuestros lugares. Finalizada la obra, fuimos con los amigos a tomar unos tragos (cortado para mí) a un lugar que me hubiera gustado mucho permanecer todos los días leyendo un libro. Mi salario no lo permite. Linda noche, lindas conversaciones en grupo de seis personas, una vida social que no hago ni una vez a la semana (debo retomar esa vida). Finalizada la salida, cada parejita tomó su rumbo. El caballero y yo esperábamos el colectivo. En la parada el caballero hablaba y le hice un gesto para que hable mas bajo, a mi me irritaba un poco (dama caprichosa). El caballero desapareció: “no me hagas eso porque me voy a la mierda y te dejo acá”, “no hablo tan alto para que me hagas callar”. Sorprendida, lo miré con cara de perro mojado: ‘me retó’, ‘este estúpido me está retando y en la calle’, ‘¿quién se cree que es?’, ‘no puedo creer que me trate así’, ‘¿y si me tomo un taxi y me voy a la mierda sola?’, ‘si tomo un taxi, sería un presupuesto que no quiero costear’, ‘éste no merece nada de mi’, ‘no cambia la cara de culo que tiene’, ‘llega el bondi, ¿subirá conmigo?’. “Chau”, dijo el …falso caballero.
Fin de la salida.
Ciudad de Buenos Aires. Barrio Palermo. Colectivo. Mujer sentada en un asiento individual en el colectivo. Tema interno de conversación: hombres, hombres caballeros y damas caprichosas: ‘no podía sentirme obligada a hacer lo que no quiero’, ‘ni hasta lo material me mueve’, ‘solo Madonna es la auténtica chica material’, ‘el falso caballero tenía un objetivo y no lo cumplió por una boludez mía’, ‘el falso caballero tenía su razón pero la dama, caprichosa o no, tenía que demostrar por sí misma cual es su propio valor ante las circunstancias emocionales’, ‘la dama fue infantil, el falso caballero no’.
sábado, 12 de mayo de 2007
lunes, 30 de abril de 2007
Buscando mi propio faro
Un nuevo camino pronto tendré que conocer. Buscar mi propio faro, mi fuerte, mi refugio, para crecer. Ponerme a prueba a mi misma es la dura tarea que tengo que realizar. Lo positivo es que se termina un ciclo y debo comenzar una nueva vida sin peros ni bloqueos. La clave es ser honesta conmigo misma.
sábado, 7 de abril de 2007
Cerveza traidora

Bar en el barrio de las flores donde los concurrentes son parte y esencia de la noche en un lugar que donde el pueblo es chico y el infierno es grande. Las reglas del juego estan en todos lados, no hace falta que haya carteles para indicarlas. Hombre y mujeres beben cerveza hasta las seis de la mañana y siguen con la bebida en un otro bar donde el desayuno no es café con leche y tres medialunas.
Después de un sabático de tres meses volví a ese bar sin novio ni nada pendiente. No me gustaba la idea de ir allí donde los buitres me rodean e intentan picotearme. Muchos hacen el intento pero no es mi intención de darles el gusto.
Los muchachos que me conocen saludan, hablan poco y se van. Saben que pierden el tiempo. Los que no me conocen hablan hablan y hablan, y uno se deja invitar con una cerveza con dos y hasta con tres.
La musica suena fuerte y todos se ponen locos cuando pasan algun clásico del género pero cuando la noche en el bar se pone tensa. En mi caso un muchacho muy simpatico no paraba de hablarme. No era desagradable pero no me gustaba. Me gusta otro muchacho que me miraba con mucha caradurez delante de mi ex pareja de hace unos meses.
Ese joven de muchos rulos nunca dejaba de quizás picoteando o hasta besando a otras mujeres. Nunca dejé de observarlo. He hablado algunas veces con él y tengo entendido que no es ningun santurrón. Es como todos los hombres del ese lugar que no quieren nada serio. Esa es la primera regla de las reglas de juego.
Ese joven de muchos rulos se detuvo de su caminata por el bar cuando me vio con el muchacho que me hablaba y me hablaba. D. me habló sin importarle nada y me pidió un telefono. El otro muchacho intentó besarme delante de él. NOOO!!! Nunca aceptaría algo así y menos delante de D. Me sentí entre la espada y la pared pero le confesé que me hubiese gustado darle bola pero el siempre estaba chamuyando a otras y yo estaba chamuyada por el idiota de mi ex. Entre toda la cerveza que me tomé dejé al otro muchacho sentado para que me espere de hablar con unas chicas...Mentira!!!
Por la otra punta del bar D. me estaba esperando y me pasaba su telefono en un volante indicando las fechas de otras bandas. Nos miramos y no me importó nada. La cerveza, alegre y traidora, me llevó a sentir ese hermoso beso que me dio. Yo, inocente e ingenua o rebelde, no quería dejar pasar ese momento.
Bar del barrio de las flores donde donde mi ser es otro y a la vez poseído por alguna cerveza traidora.
Después de un sabático de tres meses volví a ese bar sin novio ni nada pendiente. No me gustaba la idea de ir allí donde los buitres me rodean e intentan picotearme. Muchos hacen el intento pero no es mi intención de darles el gusto.
Los muchachos que me conocen saludan, hablan poco y se van. Saben que pierden el tiempo. Los que no me conocen hablan hablan y hablan, y uno se deja invitar con una cerveza con dos y hasta con tres.
La musica suena fuerte y todos se ponen locos cuando pasan algun clásico del género pero cuando la noche en el bar se pone tensa. En mi caso un muchacho muy simpatico no paraba de hablarme. No era desagradable pero no me gustaba. Me gusta otro muchacho que me miraba con mucha caradurez delante de mi ex pareja de hace unos meses.
Ese joven de muchos rulos nunca dejaba de quizás picoteando o hasta besando a otras mujeres. Nunca dejé de observarlo. He hablado algunas veces con él y tengo entendido que no es ningun santurrón. Es como todos los hombres del ese lugar que no quieren nada serio. Esa es la primera regla de las reglas de juego.
Ese joven de muchos rulos se detuvo de su caminata por el bar cuando me vio con el muchacho que me hablaba y me hablaba. D. me habló sin importarle nada y me pidió un telefono. El otro muchacho intentó besarme delante de él. NOOO!!! Nunca aceptaría algo así y menos delante de D. Me sentí entre la espada y la pared pero le confesé que me hubiese gustado darle bola pero el siempre estaba chamuyando a otras y yo estaba chamuyada por el idiota de mi ex. Entre toda la cerveza que me tomé dejé al otro muchacho sentado para que me espere de hablar con unas chicas...Mentira!!!
Por la otra punta del bar D. me estaba esperando y me pasaba su telefono en un volante indicando las fechas de otras bandas. Nos miramos y no me importó nada. La cerveza, alegre y traidora, me llevó a sentir ese hermoso beso que me dio. Yo, inocente e ingenua o rebelde, no quería dejar pasar ese momento.
Bar del barrio de las flores donde donde mi ser es otro y a la vez poseído por alguna cerveza traidora.
miércoles, 14 de febrero de 2007
María
1925. Nunca conoció a su padre. Ella estaba en el vientre de la madre. Nació con otro padre pero seguía siendo reconocida como Sandalich, no como Martínez. Niña de muchos hermanos que, al fallecer su madre, nunca pudo ser adolescente. Porque rompieron con la promesa de criala y seguir junto a su hermano.
Con casi sin sus primeras letras dejó Salliqueló para buscar su propio destino en Buenos Aires trabajando para la casa de los dueños de Crespi. Conoció la ciudad, el estadio de River Plate. No sé si ella conoció a su Oscar en Salliqueló o en Buenos Aires.
Se casó a los quince y nunca más volvería a ser adolescente. Estaba todo dicho. A los 16 llegó Oscar hijo luego Angélica, Ofelia, Nilda, Alicia, Mabel, Norma, Jorge y Graciela.
Ella vivió con su esposo en Salliqueló, Soldati y finalmente González Catán. La vida siempre fue dura para ella criando a muchos hijos y volver a estar sola cuando Oscar falleció por el 68. Con los años llegaron los nietos, los bisnietos y también tataranietos.
Ella preparaba el más rico café con leche para los nietos, la mejor salsa para las pastas. Tenía una linda sonrisa. Siempre se arreglaba para vernos y le gustaba vestirse muy bien para las fiestas familiares. En el 84 el corazón ya no le respondía como antes. La sal dejó de ser parte de su mesa y su vida.
El corazón dijo basta un 15 de febrero del 2005.
Se fue creyendo que había muchas Marías pero ella solo tuvo más simpatía con Luján y la Rosa Mística.
Se fue dejando sin comer a aquellas mascotas que no podía tener por su edad y salud.
Se fue dejando a los nietos que tanto la querían y miraban telenovelas junto a ella.
Se fue a ver al abuelo.
Se alejó regalándome su sonrisa de casi 30 años de compañía.
Con casi sin sus primeras letras dejó Salliqueló para buscar su propio destino en Buenos Aires trabajando para la casa de los dueños de Crespi. Conoció la ciudad, el estadio de River Plate. No sé si ella conoció a su Oscar en Salliqueló o en Buenos Aires.
Se casó a los quince y nunca más volvería a ser adolescente. Estaba todo dicho. A los 16 llegó Oscar hijo luego Angélica, Ofelia, Nilda, Alicia, Mabel, Norma, Jorge y Graciela.
Ella vivió con su esposo en Salliqueló, Soldati y finalmente González Catán. La vida siempre fue dura para ella criando a muchos hijos y volver a estar sola cuando Oscar falleció por el 68. Con los años llegaron los nietos, los bisnietos y también tataranietos.
Ella preparaba el más rico café con leche para los nietos, la mejor salsa para las pastas. Tenía una linda sonrisa. Siempre se arreglaba para vernos y le gustaba vestirse muy bien para las fiestas familiares. En el 84 el corazón ya no le respondía como antes. La sal dejó de ser parte de su mesa y su vida.
El corazón dijo basta un 15 de febrero del 2005.
Se fue creyendo que había muchas Marías pero ella solo tuvo más simpatía con Luján y la Rosa Mística.
Se fue dejando sin comer a aquellas mascotas que no podía tener por su edad y salud.
Se fue dejando a los nietos que tanto la querían y miraban telenovelas junto a ella.
Se fue a ver al abuelo.
Se alejó regalándome su sonrisa de casi 30 años de compañía.
domingo, 11 de febrero de 2007
Me presento...
Me pongo tan nerviosa en las primeras citas que no sé de qué color se pone mi cara y tengo que controlar mis gestos para no tener mala impresión.
Cuando tengo que presentarme me fijo mucho de no cometer alguna macana con mis comentarios. Porque nunca sé si espanto o no a los que tengo del otro lado. De todas maneras lo sabré cuando no los vea más. Quiero estar preparada para algo mas de lo que tengo pero no sé cómo empezar.
Señoras y señores. Bienvenidos a mi mundo en relatos.
Cuando tengo que presentarme me fijo mucho de no cometer alguna macana con mis comentarios. Porque nunca sé si espanto o no a los que tengo del otro lado. De todas maneras lo sabré cuando no los vea más. Quiero estar preparada para algo mas de lo que tengo pero no sé cómo empezar.
Señoras y señores. Bienvenidos a mi mundo en relatos.
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